La FOA presente en el XIII Congreso de la SECEM en Guadalajara
El director, Pepín Tuñón, presentó una comunicación oral sobre los distintos ejemplares de oso pardo cantábrico que han pasado algún período de cautividad
07 de diciembre de 2017
Los distintos ejemplares de oso pardo cantábrico que han pasado por algún período de cautividad, ya sean por orfandad, problemas de salud o por haber sido requisados a cazadores furtivos, han sido los protagonistas de la comunicación oral ofrecida por Pepín Tuñón, director de la Fundación Oso de Asturias, durante el XIII Congreso de la Sociedad Europea para la Conservación y Estudio de los Mamíferos.
En la actualidad, Paca y Tola, con 28 años, y Molina, con cuatro, son los únicos osos cantábricos que permanecen cautivos: las dos primeras fueron requisadas a un cazador furtivo cuando eran muy pequeñas y la tercera fue encontrada herida en los montes del suroccidente asturiano. Hasta el momento, ninguna de ellas, y pese a varios intentos, reúne las condiciones de salud imprescindibles para lograr con éxito su reinserción en la naturaleza.
En esa línea, en los últimos años, la FOA ha estado desarrollando nuevas técnicas de trabajo con estos animales cautivos, con el objetivo de lograr su mayor bienestar, que, entienden, no es otro que la adquisición de las habilidades físicas y psicológicas necesarias para vivir en libertad.
Sin ir más lejos, en 2017, con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, han desarrollado diferentes acciones dirigidas a la formación de personal, al enriquecimiento trófico y ambiental de las instalaciones, a la mejora en el seguimiento del comportamiento y condiciones sanitarias de los osos y al aislamiento al público de algunas instalaciones. Asimismo, se han incrementado las colaboraciones con diferentes especialistas, instituciones científicas y centros con animales cautivos.
Durante su ponencia, el director de la FOA también aprovechó para reivindicar la necesidad de que los osos cautivos se incluyan dentro de los planes de recuperación de la población cantábrica –algo que hasta ahora no ocurre–. “La necesitad de tratar animales en cautividad por causas diferentes es cada vez más frecuente y hace imprescindible disponer de instalaciones adecuadas, protocolos de trabajo y personal formado”, ha señalado.
07 de diciembre de 2017
Los distintos ejemplares de oso pardo cantábrico que han pasado por algún período de cautividad, ya sean por orfandad, problemas de salud o por haber sido requisados a cazadores furtivos, han sido los protagonistas de la comunicación oral ofrecida por Pepín Tuñón, director de la Fundación Oso de Asturias, durante el XIII Congreso de la Sociedad Europea para la Conservación y Estudio de los Mamíferos.
En la actualidad, Paca y Tola, con 28 años, y Molina, con cuatro, son los únicos osos cantábricos que permanecen cautivos: las dos primeras fueron requisadas a un cazador furtivo cuando eran muy pequeñas y la tercera fue encontrada herida en los montes del suroccidente asturiano. Hasta el momento, ninguna de ellas, y pese a varios intentos, reúne las condiciones de salud imprescindibles para lograr con éxito su reinserción en la naturaleza.
En esa línea, en los últimos años, la FOA ha estado desarrollando nuevas técnicas de trabajo con estos animales cautivos, con el objetivo de lograr su mayor bienestar, que, entienden, no es otro que la adquisición de las habilidades físicas y psicológicas necesarias para vivir en libertad.
Sin ir más lejos, en 2017, con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, han desarrollado diferentes acciones dirigidas a la formación de personal, al enriquecimiento trófico y ambiental de las instalaciones, a la mejora en el seguimiento del comportamiento y condiciones sanitarias de los osos y al aislamiento al público de algunas instalaciones. Asimismo, se han incrementado las colaboraciones con diferentes especialistas, instituciones científicas y centros con animales cautivos.
Durante su ponencia, el director de la FOA también aprovechó para reivindicar la necesidad de que los osos cautivos se incluyan dentro de los planes de recuperación de la población cantábrica –algo que hasta ahora no ocurre–. “La necesitad de tratar animales en cautividad por causas diferentes es cada vez más frecuente y hace imprescindible disponer de instalaciones adecuadas, protocolos de trabajo y personal formado”, ha señalado.