Molina regresa al Monte Fernanchín
Los datos registrados durante el proceso de socialización, que ha durado un año, determinaron que aún no está preparada para vivir de forma continua con Paca
02 de octubre de 2019
A finales de verano se completó el traslado de la osa Molina a las instalaciones del monte Fernanchín, de más de cuatro hectáreas de extensión, en las que ya vivía antes del proceso de socialización iniciado en julio de 2018. El análisis de todos los datos recogidos durante este año acerca del comportamiento de Molina y Paca, si bien señalan una evolución en sus conductas, ha determinado que no están aún preparadas para residir de forma permanente en la misma instalación, por lo que Paca continuará en el cercado de manejo.
La Fundación Oso de Asturias había puesto en marcha este programa con el objetivo de que ambas osas pudieran convivir en el monte Fernanchín, para lo que era necesario realizar un proceso de adaptación inicial en el cercado de manejo, como así se ha realizado durante este último año, supervisado en todo momento por un equipo técnico de expertos -biólogos, veterinarios…- que fueron quienes recomendaron dar por finalizado el proceso con la vuelta de Molina al Monte Fernanchín.
No obstante, se continua con el registro de la conducta de ambas osas y se deja la puerta abierta a retomar el proceso de socialización en el futuro si las condiciones se vuelven favorables.
02 de octubre de 2019
A finales de verano se completó el traslado de la osa Molina a las instalaciones del monte Fernanchín, de más de cuatro hectáreas de extensión, en las que ya vivía antes del proceso de socialización iniciado en julio de 2018. El análisis de todos los datos recogidos durante este año acerca del comportamiento de Molina y Paca, si bien señalan una evolución en sus conductas, ha determinado que no están aún preparadas para residir de forma permanente en la misma instalación, por lo que Paca continuará en el cercado de manejo.
La Fundación Oso de Asturias había puesto en marcha este programa con el objetivo de que ambas osas pudieran convivir en el monte Fernanchín, para lo que era necesario realizar un proceso de adaptación inicial en el cercado de manejo, como así se ha realizado durante este último año, supervisado en todo momento por un equipo técnico de expertos -biólogos, veterinarios…- que fueron quienes recomendaron dar por finalizado el proceso con la vuelta de Molina al Monte Fernanchín.
No obstante, se continua con el registro de la conducta de ambas osas y se deja la puerta abierta a retomar el proceso de socialización en el futuro si las condiciones se vuelven favorables.
