Los observadores de osos no son conscientes del impacto que su actividad supone para la especie
Esta y otras conclusiones se desprenden de la investigación a pie de campo realizada por la FOA este verano en Somiedo
06 de diciembre de 2018
En un contexto de crecimiento del turismo de observación de fauna salvaje en España, la fundación puso en marcha este verano un proyecto en el Parque Natural de Somiedo para conocer el grado de sensibilización de la opinión pública respecto a la conservación del oso pardo cantábrico y al turismo de avistamiento.
Para ello, se dividió a los encuestados en dos tipos: el turista general y los observadores de osos, que se localizaron en los puntos de observación habilitados en la zona y que están en los pueblos de Gúa, La Peral y Llamardal. Se realizaron un total de 396 encuestas, que arrojaron algunos datos interesantes como los siguientes:
Casi la mitad de los turistas encuestados desconocía el turismo de observación, si bien cuando se les ofrecieron diferentes actividades, fue la de “observar osos” la que obtuvo mayor puntuación, seguida muy de cerca por realizar una ruta guiada por el parque natural conociendo las características de fauna y flora.
Además, piensan que hay menos osos de los que se estima. Según los últimos datos publicados, se calcula que en la Cordillera Cantábrica hay en torno a 250 ejemplares; sin embargo, el 52% de los entrevistados creía que hay menos de cien. Por su parte, los observadores tienen una percepción más optimista, e incluso un 36% cree que hay más de 300 ejemplares.
En la misma línea, los observadores puntúan mejor los beneficios de la actividad turística para la naturaleza que el turista general. Cuando se les pide que valoren de 0 a 10 el posible impacto de su actividad sobre diferentes aspectos del comportamiento de los osos, solo en el caso de la habituación a los seres humanos superan ligeramente el 5. En los supuestos tanto de “causar molestias mientras se alimentan” o “causar molestias a osas con crías”, los resultados quedan siempre por debajo de 4.
06 de diciembre de 2018
En un contexto de crecimiento del turismo de observación de fauna salvaje en España, la fundación puso en marcha este verano un proyecto en el Parque Natural de Somiedo para conocer el grado de sensibilización de la opinión pública respecto a la conservación del oso pardo cantábrico y al turismo de avistamiento.
Para ello, se dividió a los encuestados en dos tipos: el turista general y los observadores de osos, que se localizaron en los puntos de observación habilitados en la zona y que están en los pueblos de Gúa, La Peral y Llamardal. Se realizaron un total de 396 encuestas, que arrojaron algunos datos interesantes como los siguientes:
Casi la mitad de los turistas encuestados desconocía el turismo de observación, si bien cuando se les ofrecieron diferentes actividades, fue la de “observar osos” la que obtuvo mayor puntuación, seguida muy de cerca por realizar una ruta guiada por el parque natural conociendo las características de fauna y flora.
Además, piensan que hay menos osos de los que se estima. Según los últimos datos publicados, se calcula que en la Cordillera Cantábrica hay en torno a 250 ejemplares; sin embargo, el 52% de los entrevistados creía que hay menos de cien. Por su parte, los observadores tienen una percepción más optimista, e incluso un 36% cree que hay más de 300 ejemplares.
En la misma línea, los observadores puntúan mejor los beneficios de la actividad turística para la naturaleza que el turista general. Cuando se les pide que valoren de 0 a 10 el posible impacto de su actividad sobre diferentes aspectos del comportamiento de los osos, solo en el caso de la habituación a los seres humanos superan ligeramente el 5. En los supuestos tanto de “causar molestias mientras se alimentan” o “causar molestias a osas con crías”, los resultados quedan siempre por debajo de 4.
