Proaza recibe la visita de los responsables de la reserva natural Maquipucuna de Ecuador
Ambas entidades han dejado establecida una red de intercambio de experiencias
20 de marzo de 2018
En la reserva natural Maquipucuna de Ecuador cuentan con la presencia de varios ejemplares de oso andino (se han llegado a concentrar hasta 40), además de ser una de las mayores reservas naturales de aves y plantas del mundo. Sus responsables han viajado hasta Proaza para conocer de cerca el modelo de conservación del oso pardo que aplica la Fundación Oso de Asturias y establecer, así, una red de intercambio de experiencias para el futuro.
“Nos ha encantado el trabajo que se lleva a cabo desde la FOA; cómo se ha integrado el cuidado del medio ambiente con el del oso y el del territorio, cómo el turista puede conocer la realidad del oso en las exposiciones y cómo han sabido crear un lugar para que los osos que no son capaces de reinsertarse en la naturaleza puedan seguir viviendo en su hábitat”, ha explicado Rodrigo Ontaneda, director de la reserva ecuatoriana.
El oso andino, también conocido como el oso de anteojos, se encuentra en peligro de extinción. “Sabemos que cada ejemplar necesita mil hectáreas para vivir, con lo que si protegemos al oso, protegemos también su hábitat”, ha apuntado Rebeca Justicia, la presidenta de la reserva natural de Maquipucuna.
Por su parte, desde la FOA se han mostrado contentos y orgullosos de que su sistema de gestión de la naturaleza del oso pueda servir de modelo a otras entidades. Además, “va a servirnos para poner experiencias en común y poder aprender unos de otros. Vamos a firmar un acuerdo marco para continuar en contacto”, señalan.
20 de marzo de 2018
En la reserva natural Maquipucuna de Ecuador cuentan con la presencia de varios ejemplares de oso andino (se han llegado a concentrar hasta 40), además de ser una de las mayores reservas naturales de aves y plantas del mundo. Sus responsables han viajado hasta Proaza para conocer de cerca el modelo de conservación del oso pardo que aplica la Fundación Oso de Asturias y establecer, así, una red de intercambio de experiencias para el futuro.
“Nos ha encantado el trabajo que se lleva a cabo desde la FOA; cómo se ha integrado el cuidado del medio ambiente con el del oso y el del territorio, cómo el turista puede conocer la realidad del oso en las exposiciones y cómo han sabido crear un lugar para que los osos que no son capaces de reinsertarse en la naturaleza puedan seguir viviendo en su hábitat”, ha explicado Rodrigo Ontaneda, director de la reserva ecuatoriana.
El oso andino, también conocido como el oso de anteojos, se encuentra en peligro de extinción. “Sabemos que cada ejemplar necesita mil hectáreas para vivir, con lo que si protegemos al oso, protegemos también su hábitat”, ha apuntado Rebeca Justicia, la presidenta de la reserva natural de Maquipucuna.
Por su parte, desde la FOA se han mostrado contentos y orgullosos de que su sistema de gestión de la naturaleza del oso pueda servir de modelo a otras entidades. Además, “va a servirnos para poner experiencias en común y poder aprender unos de otros. Vamos a firmar un acuerdo marco para continuar en contacto”, señalan.